sábado, 5 de septiembre de 2009

PLÁTICA DE LA TARDE IV DÍA

PLÁTICA DE LA TARDE EN EL IV DÍA DE EJERCICIOS.

“CRISTO VIVE EN LA MISMA COMUNIDAD DE LOS CREYENTES”. En esta tarde del Sábado cuando la Iglesia nos invita a mirar a María ella nos conduce y nos convoca de nuevo en el Cenáculo.

Hermanas, todos y cada uno tenemos experiencia de vivir en familia, en comunidad parroquial y ahora en comunidad religiosa. Y esta en la que hoy me encuentro, no es, la que yo que querido crear sino la que me ha sido dada. Y por tanto una verdadera bendición de Dios.

Os invito en esta tarde, a acercaros a la comunidad que hoy, en el hoy de vuestra historia, os acoge, con OJOS DE FE. Pidamos en esta tarde la gracia contemplativa, aquella que tuvo el discípulo amado para poder exclamar cuando todos dicen ver un fantasma, “es el Señor”.

I. Texto de meditación Juan 21, 1-23 Aparición en le lago de Tiberíades. Epílogo.
Reúne a todos los apóstoles de modo singular, no particular. Y los envía a una misión. Lo plural Jesús lo unifica en la misión de dar testimonio

II. Lucas 24, 13-35 Discípulos de Emaús.
III. Juan 17 Oración de Jesús.
IV. Juan 19, 25-27 Jesús y su Madre.

En este año sacerdotal, hagamos nuestra esta Oración de San Gregorio Nacianceno, nada mas ser ordenado.

Hay que purificarse, antes de purificar a los demás.
Hay que dejarse modelar como instrumento, para poder instruir.
Hay que ser luz, para poder iluminar.
Acercarse a Dios, para poder acercarse a los demás.
Ser santificado, para poder santificar…
Sentirse amigo y confidente de Dios
Para poder conducir de la mano y aconsejar con inteligencia.
Somos conscientes que los consagrados nos encontramos en este mundo
Y hacia el nos encaminamos
Conocemos la grandeza de Dios
Y la debiliad de los hombres y mujeres de hoy.
Pero hemos experimetado la fuerza de Dios en nuestras vidas

¿Quién soy yo, sacerdote del Señor?

El defensor de la Verdad
Que se alza con los ángeles
Y glorifica a Dios con los arcángeles.
Que hace llegar sobre el altar
Desde lo alto
La Victima de todo sacrificio
Como el sacerdocio de Cristo.
Remodelando toda criatura.
Restableciendo en ella la imagen de Dios
La recrea para el mundo de lo alto
Y para lo mas grande que hay.
Está divinizado y diviniza.

Apreciadas hermanas habéis sido revestidas de los mismos sentimientos de Cristo oremos unos por los otros para no desesperar y poder perseverar al vocación tan linda que el Señor nos llama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario